El colector de mercurio de Bürkle permite recoger fácilmente el mercurio derramado, que puede ser utilizado de nuevo. El colector de mercurio está compuesto por una cubeta de PE. Dentro de la tapa de rosca hay un inserto de espuma plástica especial. Al presionar esta espuma suavemente sobre el mercurio derramado, los poros de la espuma se abren y los glóbulos de mercurio son absorbidos. Cuando se levanta, los poros de la espuma se sellan de nuevo, manteniendo así el mercurio. La tapa se enrosca en la cubeta, los glóbulos se liberan de nuevo y caen a través de la separación perforada en la cubeta.